La lucha más antigua del mundo, tan vieja y tan nueva como la vida. Ha sido la batalla que ha existido desde el comienzo hasta nuestro final. La eterna lucha de los seres más peligrosos de nuestras vidas. Porque de ellos dependen las decisiones de nuestro mundo particular. Esta batalla se da dentro de nosotros. Dentro de nuestros corazones y mentes. Donde pocas veces estos rivales se vuelven aliados. Donde cada uno ve el punto de vista del otro, pero cada uno quiere hacer lo que quiere.
La mente sabe como herir al corazón, y el corazón sabe a veces como callar la mente. La mayoría de las veces el corazón trata de ganar y algunas veces la mente sale vencedora. Donde la razón puede más que el sentimiento. Aunque no deba de tener favoritos, en esta batalla, siempre le he apostado al corazón. Porque aunque el sepa que tiene todas las de perder aun sigue dando todo lo que tiene. En cambio, la mente solo se da cuenta que ha de buscar lo que mas le convenga, porque aunque no lo quiera ella, también sufre por las sacudidas de dolor del corazón. Le debe acompañar aunque sea hasta el fin del mundo. Ella cautelosa mente ha tratado de dominar al corazón, pero este solo puede volverse más insensible o puede simplemente morir en la agonía de su desconsuelo.
Con las lacerantes palabras de la mente se puede herir de muerte a nuestro pequeño corazón, produciendo dudas donde no las hay. Creando desasosiego donde había esperanza.Y para cuando la mente se da cuenta de su error a veces ya es muy tarde, ya ha muerto lo único que podía darle la vida a ella misma. Comprende que una no puede vivir sin el otro, entiende lo que el corazón supo desde el comienzo, donde solo el corazón esperaba su visto bueno, su apoyo... donde la mente fuera libre de cualquier acción material, donde ella viera que el mundo a pesar de lo duro que sea, aún se mueve por amor.
Sera ?
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